
Lo mostrado por Everton frente a Cobresal, no fue más que una muestra del mal momento que se vive en la interna de los pupilos de Nelson Acosta.
La falta de ideas en el conjunto Oro y Cielo, hace que los partidos caigan en largos períodos de letargo y aburrimiento.
Lejos, lo que más está afectando al rendimiento del equipo es la falta de ‘poder de fuego’, allá arriba, donde los que juegen, tienen que echarla adentro. Claramente, Mauro Guevgeozián está muy solo en la parte de delante de la vida. Los jugadores destinados a acompañar las acciones ofensivas, no lo están logrando. El ‘Chuky’ González trata de poner cierta claridad en la generación de fútbol, pero a ratos, da la sensación que el equipo se queda solo en intenciones. Es curioso, pero tengo la impresión que los jugadores de Everton se sienten poco acompañados dentro del terreno.
Lo que sí quiero dejar muy en claro, es que a pesar de la irregular campaña realizada por el ‘Eforé’, el equipo nunca bajó los brazos; menos cuando el marcador de Playa Ancha señalaba que iban abajo por 2 goles y tenían un hombre menos. Creo que este fue el punto de inflexión para sacar la pachorra necesaria para equiparar las acciones.
Si bien el partido no fue favorable para Everton en ningún minuto del partido (siempre fue abajo en el marcador y estuvo con un hombre menos en la cancha) fueron el amor propio y la garra lo que sacaron adelante la difícil misión. Sí, difícil, porque Cobresal venía tercero en la tabla y hasta había escuchado que eran la ‘revelación’. Yo no les había visto un partido entero, pero ante Everton, jugaron ahí nomás. De ‘equipo sensación’, nada.
Si no vio el partido, le cuento que los dos equipos salieron a proponer y a ganar. Bastante rápido en la mitad de la cancha y con juego brusco por períodos.
Me parece que Everton fue superior, con todas las carencias que pueda tener en este momento. Uno de los mejores partidos del Chuky desde que volvió a la tienda viñamarina. Muy explosivo, lanzando pases llenos de intención para que el ‘Armenio’ buscara arriba. Dentro de todo, salió bastante bien el planteamiento.
De Olivares y Bogado se espera más. Si bien no son los típicos ‘paquetes’ que llegan a nuestro cotizado (?) fútbol, les falta aclimatación. Dígame lo que quiera, pero creo que Olivares no es el mismo después del terremoto de febrero. ¿Recuerda que el jugador ya había embalado sus pertenencias y se quería mandar cambiar de nuestro país? Pareciera que ya no está cómodo en nuestras canchas.
Al lado mío, en Playa Ancha, estaba un imprescindible en el mediocampo. Nicolás Freitas miraba con decepción como sus compañeros tenían problemas en la recuperación del balón. Espero que vuelva luego “Pantera”, y que se deje de ganar tanta tarjeta roja, porque hace mucha falta en el esquema de Don Nelson.
Tirón de orejas para Adrián Rojas. Se vio pasado de revoluciones y falto de fútbol. (Cómo no si hace mucho que no jugaba) La tarjeta roja mostrada por el excelente juez Enrique Osses (??) fue bien mostrada. La de Montesinos era evitable, pero ya pasó.
Aunque quisiera, no podría felicitar al equipo. No están jugando bien. Lo que sí quiero es destacar el sacrificio, el empeño y la garra que pusieron. Que metan esa cantidad de óvulos de gallina (huevos) en todos los partidos y la situación tendrá que mejorar.
Desde esta tribuna, yo seguiré gritando con el Ever for ever en el corazón.
Ever for ever, ever.. ¡Everton!
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