lunes, 26 de abril de 2010

A ponerla contra el pasto


Vaya si se han creado expectativas sobre la participación de Chile en el mundial. Por ahí, hasta escuché que algunos creen que podemos ser campeones.
La ‘Bielsamanía’ parece haberse apoderado de los medios de comunicación, mutitiendas y de los conscientes (e inconscientes) de todo quién tiene alguna relación con nuestro país. Vaya si somos ‘bananeros’ en este aspecto. Exitistas y desmesurados.
Bielsa es un sabio, un tipazo, un genio del fútbol. Nos ha llevado a estar dónde nunca pensamos que estaríamos, pero creo que estamos en una situación irreal.
El futbolista chileno, en su escencia, no es trabajador; o es emocionalmente inteligente; no es tácticamente riguroso. No es táctico ni metódico. Vale decir, son ‘ahí nomás’.
Gracias a lo que el rosarino ha logrado inculcar a nuestros jugadores es que estamos con la moral por las nubes. Bastante bueno, más si estamos en las puertas de un mundial.
Solo pido que, por favor, no se pongan la chapa de ‘candidatos’ o ‘revelación’, porque no es así. Me da lo mismo lo que digan las encuestas.
Nosotros vamos al mundial a hacer el papel más digno posible. No digo que vayamos en ‘Plan Ratón’, sino que pretendo que vayamos con los pies bien puestos sobre la tierra.
Ahora, vamos a lo nuestro.
Todo el mundo se preocupa mucho del partido contra España. Que ahí se define el grupo, que debemos jugar en función de clasificar para no enfrentarnos a Brasil en octavos. Yo les digo, momento, señores.
Lo que menos me preocupa es España. Son los tres puntos que están fuera de nuestra lógica. Deberíamos perder, sería lo lógico. ¿Para qué preocuparse? Pidamos a Dios la fuerza de aceptar lo que no podemos cambiar.
¿Saben lo que me preocupa? Honduras. Eso me preocupa.
Hemos jugado con equipos centroamericanos. Está bien, obviemos la geografía y digamos que son equipos ‘malitos’, ‘sin figuras’ o de ‘poca preocupación’. Pero son, justamente, este tipo de equipos los que causan complicaciones. Los que te paran dos líneas de 4 gorilas que de dediquen a pegar. Esos equipos cortitos, para los que las ‘sabanitas cortas’ no existen porque no salen a atacar. Salen a que no los goleen. Esos son los que nos pueden hacer peligrar.
Suiza no tiene nada. Tres o cuatro jugadores de cierto riesgo, pero los nuestros saldrán mentalizados a ganar el que puede ser el partido consagratorio. El que nos dé el boleto a la segunda fase.
Quiero ser enfático en este punto: Yo también quiero que a Chile le vaya bien. No sé si me gustaría que gane el Mundial. Se dejaría de trabajar, de avanzar.
Si quiere tratarme de “chaquetero” o de “tira mierda”, hágalo, pero si entendió bien esta columna, se dará cuenta de lo que arriba suscribo es bastante lógico.
Mi pronóstico para esta edición de la Copa Mundial de la FIFA, se la doy. Pasamos segundos del grupo, con seis puntos. Perdemos con Brasil en octavos de final y serán ellos los que se queden con el trofeo

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