viernes, 10 de octubre de 2008

Terremoto en Mundo Boca


Un terremoto grado diez es el que se vive por estos días en el Mundo Boca. Y es que las declaraciones del zaguero paraguayo Julio César Cáceres fueron, acaso, un cataclismo en desmedro de la tranquilidad del conjunto argentino de Boca Juniors.
El conjunto del barrio de La Boca, ya había visto amenazada su tranquilidad cuando el técnico Carlos Ischia, separó de la concentración al, hasta entonces, arquero titular del conjunto xeneize, Mauricio Caranta. ¿Decisión del entrenador, del jugador, de los dirigentes? El asunto nunca se esclareció del todo, dadas las continuas contradicciones dentro de Casa Amarilla. El asunto fue el siguiente: Algunos integrantes del plantel, señalaron que Caranta fue quién solicito no ser citado en la nómina para el encuentro ante Godoy Cruz. Días después, era Ischia quién declaraba, en conferencia de prensa que “luego de una conversación con el jugador, decidió dejarlo fuera de la nómina”, cuando era el propio portero quién sostenía que había sido él mismo quien solicitó la exclusión. A esto se le suma la buena actuación del arquero suplente del equipo, Javier García, ante Liga Deportiva Universitaria de Quito, en el marco de la Copa Nissan Sudamericana. Era la primera señal de que algo sucedía en el seno del multicampeón argentino.
El segundo atenuante a la difícil situación que se vive en la interna del plantel, son los magros resultados obtenidos en el torneo Apertura de fútbol argentino. De los últimos 6 encuentros, el equipo ha ganado un solo cotejo (ante Newell’s Old Boys en Rosario), 2 empates (Independiente de Avellaneda y Argentinos Jrs.) y ha perdido 3 (Tigre y Estudiantes de La Plata en la Bombonera y Godoy Cruz en Mendoza). Distinta suerte corren “los pibes”, quienes golearon 4-0 a Liga y consiguieron un empate en la altura de Quito. La dirigencia, encabezada por Pedro Pompilio sabe que esto, en el Mundo Boca, es inadmisible. En todo caso, la hinchada ya se lo recordó. Más ahora, que luego de la fecha clasificatoria al mundial deben enfrentar al archirrival. River Plate.
Una elemento importante de remarcar, dentro de todo lo que está sucediendo, es que los seguidores del club y algunos sectores periodísticos, no critican la forma de jugar de Boca, mucho menos el planteamiento táctico, sino que lo que merece algún reproche, es la actitud que el cuadro está mostrando en la cancha. Es aquí donde se ve afectado Ischia. Ya sea por lesiones, sanciones u disposición técnica, ha comenzado una circulación importante de jugadores dentro del equipo titular, donde se ha provocado una mixtura entre algunos de los estandartes, titulares indiscutidos (Riquelme, Ibarra, Palacio) con integrantes que juveniles (Viatri, Noir, Roncaglia). Si bien los juveniles han desarrollado una buena labor en el ámbito continental, es sabido que la liga doméstica de la República Argentina requiere un mayor nivel de experiencia y liderazgos internos (el mejor ejemplo de esto es el de Juan Sebastián Verón en Estudiantes de La Plata). Es por esto que la directiva xeneize ha contrato a Luciano Figueroa (aparte de la capacidad goleadora del ex Villarreal de España), en su función de contar con jugadores de experiencia dentro del campo. Fuera de tema, pero es una pregunta que surge de inmediato. ¿Qué pasará con Figueroa cuando retorne a la competencia Martín Palermo? ¿Sufrirá lo mismo que Carlos Bueno o Bruno Marioni, estando siempre relegado a la banca ante la potentísima figura del “optimista del gol”? Harina de otro costal.
El tema central, ahora, es la disputa entre Cáceres y Román. ¿No sabe bien qué pasó?
Luego de partir a reunirse con el resto del seleccionado paraguayo para disputar la novena y décima fecha clasificatoria para la Copa del Mundo Sudáfrica 2010, el defensor lanzó duras criticas al 10 del equipo azul y amarillo. Señaló que había “preferencias” para Riquelme, que no trabajaba a la par con sus compañeros, que entrenaba cuando quería. Una de las frases más potentes del central, y que de alguna manera siembra las dudas en toda esta polémica hace referencia a la existencia de dos liderazgos dentro del grupo. "Palermo nunca tuvo una mala cara para trabajar, siempre está primero a la punta del grupo. Y si se hace 10 pasadas a la cancha, puede que él no esté a la punta, pero hace las 10 pasadas”.
¿Qué es lo interesante aquí? La potencia de las declaraciones del paraguayo están condicionadas a la representatividad del sentir del plantel. Si está hablando a modo personal, pueden pasar por una opinión. Si habla con el apoyo de más integrantes del cuadro, se convierte en una vocería. Peligroso para la estabilidad boquense.
A modo de respuesta, el volante creativo del club, y de la selección argentina, Juan Román Riquelme, se mostró molesto por las declaraciones de su compañero de trabajo. Declaró que Cáceres no ha dado nada al club como para hablar así. Respecto a la falta de compromiso aludida por el defensor, Román destacó que luego de ganar los Juegos Olímpicos de Beijing se fue “corriendo al aeropuerto chino para poder jugar con el club la final de de la Recopa Sudamericana ante Arsenal de Sarandí (la que ganó Boca Juniors). Una de las declaraciones que llama la atención, es que Riquelme dice “cuando me pongo la camiseta de Boca, me pongo mi camiseta”, en clara alusión al poco tiempo y pocos logros de Cáceres en Buenos Aires.
Para terminar de agravar la situación del guaraní en Casa Amarilla, es la defensa (en favor de Román) del mejor abogado que puede existir en Mundo Boca – y del universo futbolístico – Diego Armando Maradona.
El astro del fútbol mundial criticó la presión que se le impone al actual 10 de Boca, ironizando con “si no funciona el plan de rescate en Estados Unidos, es culpa de Riquelme”.Y todos sabemos cuánto pesa Maradona en Boca.
Al paso, también salió el presidente de la institución Pedro Pompilio, quién reconoció que Boca Juniors “es una gran caja de resonancia, donde se potencia de igual manera lo malo y lo bueno, incluso, a veces más lo malo”. También hizo alusión a la frase que se hiciera famosa en los 90’s, aquella que reza que “Boca es un cabaret”.
En cuanto a Cáceres, tanto la máxima autoridad como el vicepresidente tercero (de gran peso en el club), Juan Carlos Crespi, señalaron que no fueron las condiciones, ni el lugar ni el momento, para iniciar un ataque hacia Román Riquelme (ninguno de los dos jugadores se encuentran en el club y se avecina el superclásico).
Al ser requerido sobre la continuidad del paraguayo, Pompilio destacó que el jugador “incurrió en una falta de respeto hacia el jugador y la institución” y eso no es fácil.
Habrá que esperar para ver como finaliza este capitulo, el peor en diez años para el club. Lo cierto es que hay muchas posibilidades de que Boca deba comenzar a buscar un defensa central para el Clausura 09’.

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